**Un audio inesperado y erudito**
**Dante Avaro**
24/07/2024
En la actualidad, y fundamentalmente al momento del salto matinal, un asunto bastante estresante nos constriñe. Consiste en evaluar si conviene tomar un café y luego abrir la plataforma de mensajería, o si nos dejamos llevar por los más elementales instintos y tentar al destino. Esta mañana sucumbí (al fin y al cabo para eso están diseñadas esas plataformas).
Me encontré con dos audios adjuntados por el señor Paparulo, que casi a los pocos minutos de enviados procedió a borrar. Para estos casos, dado que somos animales profundamente curiosos, tengo una aplicación fabulosa (Atrapabobo.app). Dicho artefacto almacena localmente y de manera inmediata todos los archivos adjuntos que me envían. Mientras me hice el café dejé que la aplicación procesara la recuperación. Luego, me senté y café en mano, procedí a escuchar los audios. Esto muestra que siempre buscamos una manera de arruinarnos el día.
Evidentemente, los audios no eran para mí. Su destinataria tampoco quedaba al descubierto, ya que se refería a ella como “amiga”. Sin embargo, su contenido era suculento. Casi nueve minutos de audio sirven para contar muchas historias y, también, para no decir nada. Pero entre repeticiones y balbuceos encontré una reflexión interesante que quiero compartir aquí. La reproduzco textual:
> “Las democracias resultan imposibles sin políticos profesionales. Si estos no existieran, habría que inventarlos. El pueblo quiere elegir a unos pocos para que tomen las decisiones que ellos, por pudor o astucia, no quieren o no saben tomar. El pueblo cuando desborda de esperanza es permisivo a la concentración de poder, sin embargo, se perturba fácilmente frente a la frustración. Así, dado que el pueblo es demasiado inteligente para hacerse cargo de sus errores y muy cobarde para asumir responsabilidades, ha inventado a los políticos. La democracia, por tanto, se ha consumado como politocracia.”
En el audio primaba un tono de enojo generalizado. Aunque, pensándolo más detenidamente, creo que subyacía la descripción de una crisis. Algo así como la postura vívida de haber gastado toda una vida inmersa en una larga e irresoluble crisis política. Frente a esa conjetura me dije para mis adentros: hay gente que habla de las crisis como si hubiera nacido para gobernarlas. Luego me corregí. Quizá el Sr. Paparulo estaba reflexionando en la relación entre los políticos y las crisis. Y volví de nuevo a la conjetura original. Con una leve modificación la comparto y me despido, no sin antes advertir que el día había quedado totalmente arruinado.
Hay dos tipos de políticos que hablan de las crisis, aquellos que parecen haber nacido para gobernarlas, y los otros que quieren sacar provecho de ellas. Los más temibles son los que hacen las dos cosas al mismo tiempo.
N.B. Hasta donde sé el término “politocracia” es ocurrencia del politólogo estadunidense Philippe Charles Schmitter.